En esta ocasión nos vamos a una de las playas más espectaculares de la Costa Brava, más exactamente en la comarca del Baix Empordà. Esta región es conocida por tener las mejores playas y excursiones que hacer en Girona provincia en verano. En concreto, esta vez nos centraremos en hacer una ruta por Llafranc, que no puedes perderte por nada del mundo si estás cerca de allí.
Llafranc tiene una sola y preciosa playa, ubicada a los pies de la montaña de Sant Sebastià, cuya historia está rodeada de pescadores y recuerdos de marineros que vivieron durante mucho tiempo por la zona. Sin olvidar el encanto arquitectónico de sus callejuelas y edificaciones.
Su paseo marítimo es muy acogedor, el cual invita a dar una caminata bajo la sombra de sus árboles, saborear alguno que otro bocadillo o disfrutar de un buen día de sol a la orilla de la playa.
Aunque el pueblo de Llafranc apenas supera los 316 habitantes, en verano la población crece debido a que se llena por mucha gente de ciudad que tiene su segunda casa en este pequeño y encantador pueblo. Y es que no es para menos, porque aun teniendo una oferta limitada de actividades y lugares de ocio, de bien seguro que podremos encontrar todo lo que deseamos de un pueblo pesquero de la costa brava (entre otras cosas, tranquilidad y buen ambiente).
La oferta gastronómica que encontrarás es muy variada, pero te aconsejamos que te animes a degustar los platos típicos del mediterráneo. Aunque si lo que buscas es salir de copas, podremos hacerlo en alguna de las terrazas de los bares y restaurantes que se encuentran cerca del mar, disfrutando de un ambiente tranquilo y de relax.
Sin duda esta ruta que os proponemos que va desde la playa de Llafranc, al Faro de Sant Sebastià, es una buena alternativa para disfrutar en tus vacaciones si tienes un día libre y te gustaría disfrutarlo con tu pareja o família.
En este recorrido va desde la playa de Llafranc, pasando por el camino de ronda entre Llafranc y Calella de Palafrugell, llegando a la punta dels Burricaires, y finalmente visitando el famoso Far de Sant Sebastià: sin duda alguna, es una de las mejores excursiones por Cataluña que no te puedes perder, si te encuentras en la costa brava en verano.
La bahía más bonita del mediterráneo en la playa de Llafranc, donde podrás disfrutar de un buen restaurante, planes de ocio, y una visita de encuentro con la historia y arquitectura en el Far de San Sebastià (y el poblado íbero que encontraréis al lado, el cual se puede visitar gratuitamente). Las pequeñas y encantadoras calas de roca de sus alrededores, atraen a parejas y amigos que quieren momentos íntimos. Mientras que la diversión tampoco termina para los más aventureros, que disfrutaran de los típicos caminos de ronda: paseos que conectan los pueblos bordeando las playas.
Playa de Llafranc
Empezaremos el recorrido aparcando en Llafranc, y disfrutando de la primera mitad de la tarde en su magnífica playa. Es muy común que en los planes y rutas por la costa brava, os encontréis como recomendación muchas playas y calas a visitar o pasar el día. Un ejemplo de ello son las famosas Cala S’antiga o Cala Sa tuna, en las que ya os hablamos en otra de las rutas que hacer por Begur.
Llafranc sólo tiene una única playa, y es que el pueblo no necesita más. Es un pueblo pequeño y acogedor, con un paseo marítimo encantador, con unos restaurantes perfectos para disfrutar del buen marisco y de la brisa marina justo delante de las olas del mar.
Así pues, os proponemos clavar el parasol y la esterilla, y una vez ya hayamos almorzado, para disfrutar del sol y la arena en la tranquila playa de Llafranc.
Rodeada de naturaleza y de sus aguas azul claro, podremos gozar de una primera mitad de la tarde, como si de estar en el paraíso se tratara.
Camino de ronda (Llafranc - Calella de Palafrugell)
Si hay algo que nos encanta disfrutar, es un bueno camino de ronda. Y es precisamente en la Costa Brava donde se puede apreciar la verdadera conexión entre el mar y la localidad. Contrastes que se resumen en pueblos llenos de historias y magia; en medio de una cita obligada con la naturaleza.
El camí de ronda de Llafranc a Calella de Palafrugell puede durar unos 20 minutos (no mucho). Lo ideal es iniciarlo en la playa e ir subiendo poco a poco: si llegáis en coche, os recomendamos aparcarlo en este parking gratuito de Llafranc, y a continuación solo tenéis que seguir la calle que llega hasta la costa, donde os encontraréis con el camino al final de todo de la misma calle. Esta ruta se hace por un camino de tierra, pero esto no supone un problema para disfrutar del recorrido. Es muy probable que te encuentres con algún pescador y uno que otro bañista que decide tomar el sol sobre las piedras.
Lo más exótico que descubrimos en este recorrido fue vernos rodeados de una vegetación muy tropical, no muy típica de la región. A medida que vas avanzando te acercas a Calella de Palafrugell, un pintoresco pueblo de pescadores el cual te seduce con sus pequeñas playas, calles estrechas, acogedoras casitas blancas y una gran variedad restaurantes y cafeterías que podrás encontrar en su oferta de hostelería.
Sin duda alguna pasear por este camino de ronda de Llafranc a Calella de Palafrugell, justifica el viaje por la costa brava.
Así pues, una vez llegados a Calella de Palafrugell, nos acercaremos a visitar la Punta dels burricaires, un pequeño mirador de la costa de Calella, que nos va a permitir ver en perspectiva y con muy buenas vistas, la playa entera de dicho pueblo. Son muchos los turistas que se acercan a este precioso mirador, para sacar una foto con el pueblo y las embarcaciones detrás.
Far de Sant Sebastià
Una vez visitado el famoso mirador de Calella, daremos la vuelta por el mismo camino de ronda que hemos venido, para ver la puesta de sol y cenar en uno de los iconos míticos de Llafranc: El Far de Sant Sebastià.
Considerado como uno de los Faros más importantes del mediterráneo, el Far de san sebastián o “Far del primer orden”. Se encuentra en uno de los complejos arquitectónicos más encantadores de la Costa Brava conocido como el Conjunt Monumental de Sant Sebastià de la guarda. Justo al lado del faro, hay un poblado íbero donde podrás acceder gratuitamente para ver las ruinas de las edificaciones, así como piezas históricas, que destacan la importancia de la cultura de esta zona.
Construído a mediados del siglo XIX, este faro de 12 metros de altura es, hoy en día, uno de los más importantes para la afluencia marítima y turística de la región. Sin dejar a un lado el legado histórico que representa y su importancia durante la época de la conquista.
Un buen momento para visitar el far de Sant Sebastià es pasada la tarde. Es en ese momento donde podrás disfrutar de una de las mejores puestas de sol que puedas imaginar. Así que acércate al mirador de Sant Sebastià que se encuentra justo a la entrada del restaurante del mismo faro, y deléitate con las mejores vistas del mediterráneo desde su balcón panorámico.