El pirineo catalán se caracteriza por sus espectaculares montañas, que ofrecen maravillosas vistas a los pueblos que las rodean. Ocupando casi la mitad de los Pirineos, este se extiende a lo largo de 11 comarcas ofreciendo multitud de lugares donde realizar escapadas relax por Cataluña, actividades para hacer en familia o con amigos.
Algunas de estas zonas son muy conocidas y reciben miles de turistas al año, como es el caso de Vielha. Ahora bien, hay otros que por su pequeña extensión o acceso, aún no han sido descubiertos por la mayoría de turistas. A continuación, os mostraremos los 5 pueblos más bonitos del Pirineo Catalán.
1. Camprodón
Considerado uno de los mejores pueblos del pirineo catalán, es Camprodón. Situado en el Ripollés (Girona) junto al río Ter cuenta con 2.200 habitantes, el pequeño pueblo regala a todos sus visitantes unas maravillosas vistas desde el Puente Nou (s. XVIII) que vale la pena contemplar. En invierno, además, contrasta la imagen del río con el manto de nieve que cubre el pueblo dándole un encanto muy especial.
Otros lugares de interés que ofrece el lugar son la Iglesia de Santa María y el Museo de Isaac Albéniz, dedicado a este gran compositor catalán nacido en esta villa en el año 1860. Recomendamos este pequeño pueblo para todos aquellos amantes de la montaña que quieran disponer de todos los servicios a su abasto, destacando entre todos su fascinante gastronomía.
Para acabar, en la misma comarca de Camprodón encontramos el pueblo de Beget, de origen medieval que esconde preciosas actividades como las que os proponemos en nuestro artículo donde os hablamos de las rutas y excursiones en Beget, así como poder hacer bici de montaña.
2. Taüll
Si te gusta la arquitectura, sin duda, tu destino perfecto es el pueblo de Taüll situado en el Valle de Bohí (Lleida). A pesar de su pequeño tamaño, este lugar que no llega a los 300 habitantes reúne dos grandes hitos de la arquitectura románica: la Iglesia de Santa María y la Iglesia de Sant Climent (que fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 1931 y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000) que destaca por su campanario de seis pisos de altura que puede contemplarse desde cualquier punto del pueblo.
Para aquellos amantes del Romanticismo, el pequeño pueblo de Taüll de la Alta Ribagorça, te permitirá retroceder siglos y disfrutar de los pirineos catalanes desde otra perspectiva.
3. Vielha
Otro de los pueblos con más encanto pirineo catalan es la capital del Vall d’Aran, Vielha. El pueblo situado a 974 metros de altura, llama la atención por el gran contraste entre las calles estrechas y las casas del casco antiguo con sus grandes avenidas llenas de vida comercial.
Si buscáis actividades culturales, destacamos la visita de la Iglesia de Sant Miquèu, junto al edificio del Ayuntamiento, el Museo Etnológico y el Museo de la Lana. En cambio, si buscáis actividades al aire libre, gracias a su situación geográfica en el centro del Valle, cuenta con numerosas rutas de senderismo que permiten contemplar la belleza del Pirineo Catalán.
4. Llívia
Destacamos Llívia como otro de los pueblos más bonitos del pirineo catalan aunque esconde una llamativa curiosidad. Y es que, gracias al “Tratado de los Pirineos”, firmado en el siglo XVIII, pertenece a Girona, aunque sus casi 1.500 habitantes están totalmente rodeados de tierras francesas.
Además de su conocida iglesia gótica en forma de fortaleza a la que se accede a través de un precioso camino empedrado, en este pueblo destacamos la Farmacia Esteve de Llívia, una de las más antiguas de Europa. En 1415, año en que la farmacia abrió sus puertas, el boticario Jaume Esteve se encargó de abrirla cada día hasta 1942, después de pasar por 23 generaciones. El último dueño de la familia fue León Antonio Esteve, que la cedió al Ayuntamiento y, actualmente, pertenece a la Diputación de Girona. Los materiales y todo el mobiliario del establecimiento, forman parte del Museo Municipal de Llívia.
5. Unha
El último pueblo que os presentamos en esta lista es Unha, situado en la Vall d’Aran (Lleida), a unos 1.280 metros por sobre el nivel del mar. Este bonito pueblo del pirineo catalán está habitado por únicamente 125 habitantes.
Envuelto de montañas y naturaleza, se caracteriza por sus casas de piedra y sus calles estrechas que llevan hasta la Iglesia de Santa Eulàlia, del siglo XII. Si eres amante de la arquitectura, te encantará la belleza de este destino, que aúna la belleza del románico y el gótico conjuntamente. Finalmente, si decides visitar Unha, es obligatorio degustar su plato típico, que es la olla aranesa.
Existen otras zonas y rutas, junto con los pueblos más bonitos del Pirineo Catalán ya mencionados, como las excursiones que hacer en Castellar de N’hug. Aunque, realmente, esta zona esconde miles de rincones que te sorprenderán y te enamorarán desde el primer momento.